HABITAT III: ADECUANDO LOS ENTORNOS URBANOS A LAS PERSONAS (2/3)

II.- LAS NUEVAS POLÍTICAS URBANAS

En la entrega anterior de este artículo, introducíamos los retos a que se enfrentan las ciudades actuales, y la necesidad de entenderlas como un ecosistema. De acuerdo a esta idea continuamos ahora analizando las políticas urbanas.

Comenzamos por señalar las cuatro áreas básicas de actuación para las políticas urbanas, que deben estar presentes en los procesos de planificación y gestión administrativa de las ciudades:

  • La sostenibilidad o calidad ambiental
  • La solidaridad o cohesión social
  • La gobernabilidad o participación y asociación entre la administración y la sociedad civil
  • La funcionalidad y eficacia como motor de desarrollo económico

A partir de esta ideas, el reto principal para las Políticas Urbanas será crear las condiciones para que la ciudad ejerza su papel de activo físico y humano fundamental para la sociedad y de potencial de desarrollo en el marco de un desarrollo sostenible.

La sostenibilidad debe formularse vinculada a un desarrollo que satisfaga las condiciones de habitabilidad actual, permitiendo su mantenimiento a largo plazo para las generaciones futuras.

Surge así la necesidad de desarrollar un nuevo tipo de políticas o programas que coordinen o conjuguen distintos objetivos o tipos de actuación: desarrollo económico, ahorro energético, cohesión social, mejora ambiental etc.

Ima

Imagen 01: Bogotá. Fuente: ACCEPLAN

Las características y desarrollo de estas nuevas políticas urbanas son:

Enfoque integrador y global.

Las  políticas urbanas para ser eficaces deben por una parte satisfacer los distintos objetivos de la sostenibilidad y por otro tener en cuenta las múltiples relaciones existentes entre los distintos elementos del ecosistema urbano.

En muchos casos la actuación sectorial sobre algunos problemas no tiene en cuenta los condicionantes que están en el origen de los mismos. Pensemos por ejemplo en la dificultad de llevar a cabo una política de potenciación del transporte público para reducir la contaminación y el gasto energético en una ciudad con una estructura urbana dispersa y de muy baja densidad. La relación entre los usos del suelo y las necesidades de movilidad y entre la estructura urbana y la posibilidad de implantar redes eficaces de transporte público parecen evidentes.

Son necesarias, por tanto, políticas integrales que superen la visión sectorial y aprovechen las sinergias entre actuaciones, evitando el despilfarro de recursos.

Carácter particularizado y concreto.

El éxito y la sostenibilidad de las políticas urbanas dependen en gran medida de su adaptación a las circunstancias locales.

La  coherencia entre el diseño urbano y las condiciones ecológicas del territorio en el que se encuentra es un factor fundamental para el ahorro energético. En muchos casos la arquitectura popular y el trazado de nuestras ciudades antiguas tiene mucho que enseñarnos. Nuestras ciudades mediterráneas con sus calles estrechas y sus casas blancas organizadas alrededor de un patio proporcionan un ambiente sombreado y fresco durante el verano y crean un paisaje urbano rico y propicio para la vida social, cumpliendo los tres objetivos de la sostenibilidad: calidad ambiental ahorro energético y cohesión social.

Prioridad del papel de los municipios.

El municipio es el gobierno más cercano a los ciudadanos y por tanto el más adecuado para el desarrollo de las políticas locales.

En el ámbito de la actuación municipal es donde va a ser posible articular el enfoque integral y globalizante con el conocimiento preciso de la situación que exige la necesidad de actuar localmente.

El gobierno municipal es también el más capacitado para incorporar a los ciudadanos y agentes sociales en general a la elaboración y gestión de las políticas urbanas.

Coordinación y concertación administrativa.

La necesidad de políticas integradoras exige la coordinación entre los distintos niveles y sectores de la Administración.

Por otra parte el protagonismo del Gobierno municipal no exime al resto de las Administraciones o niveles de Gobierno de la responsabilidad de hacer frente a los retos del desarrollo sostenible.

Cada vez es más necesaria la articulación y coordinación de lo global con lo local.

Participación ciudadana y descentralización.

La sostenibilidad está asociada a la equidad ya la solidaridad, y con los comportamientos sociales. Por ello el éxito de los resultados requiere la implicación y participación de la población en la toma de decisiones y en la gestión de las actuaciones y proyectos

La necesidad de cooperación, coordinación y concreción de los programas exige un alto grado de implicación, conocimiento y acuerdo entre todos los implicados, así como un acercamiento en la toma de decisiones.

La participación de los agentes sociales y económicos locales desde el primer momento de la elaboración de las políticas locales se ha revelado como uno de los sectores de éxito.

Una nueva forma de actuar el Sector Público: la asociación con el sector privado.

El Sector Público debe de asumir un funcionamiento mucho más activo y protagonista orientado a incentivar a la iniciativa privada y actuando en muchos casos como un agente más.

Surge  una nueva forma de actuar en la que el sector público y el privado cooperan y participan en la elaboración y puesta en marcha de programas en un proceso de negociación entre socios en la construcción de la ciudad.

Mariano Calle Cebrecos, Acceplan

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