En este nuevo artículo del blog de ACCEPLAN abordo la primera parte de un tema que he denominado “balizar el camino”. La tecnología y el diseño son claves para, más allá de los laberintos y umbrales, tratados con anterioridad, aumentar las condiciones de accesibilidad espacial en recorridos complejos. La llamada realidad aumentada nos ayuda a modular físicamente el espacio y su percepción y de esta forma pautar el camino que podemos recorrer i.
La realidad aumentada cumplió más de cincuenta años. No es una novedad del siglo XXI, sino de mediados del siglo XX. En el año 1962, un director de fotografía, Morton Heilig, crea un simulador de moto llamado Sensorama con imágenes, sonido, vibración y olfato.

El Sensorama de Morton Heilig. Fuente: http://www.sensorama3d.com
Once años después, Ivan Sutherland inventa la display de cabeza (HMD) lo que sugiere ya, una ventana a un mundo virtual. La denominación “augmented reality” nace en 1990, con el mismo propósito de sus antecesoras de enriquecer la percepción de realidad del usuario sumergiéndolo en un mundo generado por el ordenador, añadiendo información virtual al mundo real para aclarar o para potenciar la percepción del entorno físico.
La realidad aumentada actual requiere un receptor y una base de datos con planos y señales actualizadas para orientar a través de la realidad, identificada o “mirada” desde su teléfono o tableta.
Puede ser un juego (búsqueda de un tesoro, p.ej.) y es muy útil para deportes peligrosos, tal como conducir un coche o moto de carrera teniendo toda la información actualizada sobre accidentes en el terreno: vallas, radares, señales, etc. Pero fundamentalmente lo que aquí nos interesa su función de guía para conducir usuarios a un destino seguro. Si tenemos en cuenta lo que dice el profesor Manuel Nieto Sampedro (CSIC): “los genes tienen un peso básico fundamental, marcan mínimo y máximo que ambientes desastrosos u óptimos respectivamente pueden permitir”ii, la realidad aumentada no va a mejorar esos “ambientes desastrosos”. Pero puede favorecer el que se perciban de otra manera, permitiendo que quienes pudieran estar afectadas por esas situaciones (o espaciosiii), tengan mejores expectativas de movilización, orientación y localización, optimizando las pocas o muchas condiciones de accesibilidad existentes.
Las preguntas pertinentes en relación con esto refieren tanto a la tecnología como a las capacidades de los usuarios: ¿Qué funciones debe cumplir la realidad aumentada para guiar a los usuarios en su recorrido espacial? ¿Cualquier usuario puede participar de esas representaciones enriquecedoras de la realidad? ¿Qué capacidades debe tener un usuario para disfrutar de la tecnología? ¿Existen limitaciones para que unas personas sí y otras no, participen de un servicio beneficioso que facilita la tecnología? Después de hablar con especialistas puedo afirmar que es un instrumento muy útil y que la información combinada que resulta de mezclar la visión, la localización GPS y la orientación puede resultar muy apropiada en determinados momentos y circunstancias. Solo hay que establecer los límites adecuados para cada circunstancia y no dejar todo en manos de la tecnología como la solución mágica de los problemas de accesibilidad que pueden presentarse en los espacios humanos. La foto muestra una pantalla donde se señalan direcciones y se indica, como localizado un elemento de trabajo.
La primera consideración importante, es que la experiencia, como conocimiento derivado de la observación y de la participación, es un paso importante para introducirnos en el mundo real; es la habilidad que facilita desde el punto de vista vivencial el reconocimiento, el recuerdo y la consolidación de conocimientos y sucesos. Y desde el punto de vista espacial, ayuda a reconocer contextos y espacios. La experiencia se hace a través de los sentidos y de la inmersión en el mundo que nos rodea, donde actúan factores sociales tan significativos como la cultura y la educación. En las experiencias espaciales influyen sobre todo la convivencia y la comprensión que se tiene de cada situación, y las referencias anteriores que se tengan del contexto y del ambiente.
Si se reduce la experienciadesaparecen también elementos de la memoria; por lo tanto, una primera conclusión importante es que sustituir la experiencia por un exagerado uso de estas guías tecnológicas podría ser a costa de disminuir la creatividad y la capacidad de reacción de los individuos. En la foto siguiente el teléfono va mostrando o “leyendo” los nombres de las calles y de los locales comerciales a medida que se orienta la pantalla en la dirección deseada.
¿Qué le puede aportar la tecnología a la experiencia? La tecnología puede emular la realidad pautando un camino, señalando encrucijadas y orientando en los momentos de desorientación. Pero lo que no puede es prever las reacciones de estrés de las personas ni prever su respuesta emocional. Cuando un usuario de tecnología de la realidad aumentada tiene que escoger un recorrido, debe mantener en sus manos un dispositivo, manipular botones (utilizar ciertas destrezas y habilidades manuales) identificar señales (cognición, memoria), Interpretar información, (cognición) leer frases y tomar decisiones. Estas acciones complejas y estas decisiones pueden introducirlo nuevamente ante encrucijadas, peroesta vez cognitivas que le impidan el avance a pesar de que dispone de los mensajes, los medios y los instrumentos.
La segunda consideración importante se relaciona con las reacciones de los usuarios. Cuando la persona que se está “dejando llevar o guiar” por la realidad aumentada tiene un momento de confusión por una señal que no le queda clara en la imagen, o por su propia indecisión momentánea, debería disponer de señales que lo guíen hasta el final del recorrido o hacia una central de recepción de ayuda con indicaciones adecuadas. Estos apoyos no tienen ninguna complejidad tecnológica ya que quienes han volcado la información pueden convertirse en centros de apoyo a la deambulación y a la localización. Pero estas facilidades pueden limitar la autonomía que se pretende brindar con el uso de la tecnología (sustituyendo apoyo y acompañamiento humano).
Por múltiples razones pero fundamentalmente por tres –la gran variedad de usuarios que se pueden beneficia para mantener la autonomía personal en los desplazamientos sin que sean necesarios grandes manipulaciones o habilidades y por el coste que implica el volcado de información gráfica que se requiere– considero que lo más adecuado pude ser introducir soluciones de complejidad intermedia, tanto desde el punto de vista de la tecnología como del usuario, que se apoyen en aplicaciones mixtas (realidad aumentada y diseño) que simplifiquen y abaraten las soluciones, manteniendo su aptitud para orientar.
En un próximo artículo, continuación de éste, voy a exponer lo que considero una de estas soluciones que puede matizar las dificultades de la realidad aumentada, enriquecer su aprovechamiento y su tecnología e incrementar su difusión social y comercial.
Berta Brusilovsky Filer
Arquitecta
i Para concretar las cualidades de la realidad aumentada he contado con el asesoramiento de Lorena Bourg (Ariadna, Servicios Informáticos).
ii Entrevista al profesor Manuel Nieto Sampedro. 11 septiembre 2008. “Regeneración neural”. En La nueva Ilustración Evolucionista.
iii Probablemente el profesor se refiera a “desastres” sociales, culturales. Lo extiendo al espacio como ambiente y entorno, resultado de políticas y normas desastrosas.